Sabía que la jugada no me podía fallar. Primero me puse detrás de tí y solté los corchetes de tu sostén, lo que provocó que te echaras las manos instintivamente a tus pechos para cubrirte, algo que me dejó vía libre para atacar a la parte baja y colar mi mano en tus braguitas.
- Eres un canalla - me dijiste.
- ¿Y te gusta? - pregunté.
- Me encanta - respondiste sonriendo...
Porque eres mi canalla, por eso me gusta, porque sabes como volverme loca.
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