jueves, 20 de marzo de 2014

VAYA MAÑANA

Nos levantamos temprano y me invitaste a tomar una ducha juntos, además de mojada, fue placentera y creí que todo había terminado ahí, pero cuando ya estabamos en la cocina preparando el desayuno, volviste a atacarme:
Y otra vez enredados el uno en el otro, hasta que acabamos otra vez como acabamos:

Y llegamos los dos tarde a trabajar, pero valió la pena, ¿verdad? 

1 comentario:

  1. Ya lo creo que valió, ni siquiera fui capaz de oir a mi jefe cuando me bronqueó al llegar a la oficina, pues todavía tenía el recuerdo de esos momentos en el desayuno, de tu piel, tu calor, tu olor....

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