Hola vecinita. He llegado a pensar que no serías capaz de atreverte. Veo que sí, que has venido a la cita, a pesar de que al otro lado de la pared está tu marido.
Nena, qué linda has venido a este encuentro, con un precioso vestido y aun más preciosa lencería debajo. No sabes la de veces que he soñado este momento y es superior a lo soñado. Te noto temblar al besarte y al acariciar la redondez de tu culo. Eres tan excitante...
Tu esposo, seguirá preparando la cena e ignora lo que ocurre en el piso de al lado. Pensará que has salido a la calle a cualquier recado pero no puede sospechar que va a ser follada por el vecino educado y cortés, al que tienes, por cierto, loco perdido. Espero que tu maridito no reconozca tu voz cuando te oiga gemir al insertarte mi polla bien adentro.
Nena, hoy eres mía y de nadie más.
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