El día era realmente caluroso y a pesar de que llevabas un vestido blanco muy fino, no pudiste resistir la tentación de meterte en aquella fuente para refrescarte, pero acabaste remojándote al completo, haciéndome descubrir a mí y al resto de viandantes que bajo aquella fina tela se transparentaba todo de la forma más erótica y lasciva del mundo ¡Viva el calor!
El calor invita al deseo... A la tentación... El calor es humedad y provocación .
ResponderEliminarMe encanta la imagen.
Un beso.
Nada mejor que el calor... el de fuera, y aún mejor, el de la piel...
ResponderEliminarTentadores besos.