Lo tenías todo estratégicamente preparado, cuando al regresar del trabajo me dijiste que querías darme una sorpresa, que te habías comprado unos zapatos nuevos y que no podía mirar hasta que tu dijeras. Me llamaste, acudí al baño y al verte desnuda solo con tus tacones, la sorpresa fue una de las mejores de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario