La dulce y sensual mirada de Yana te transmite miles de sensaciones y parece estar invitándote a jugar juegos prohibidos, con toda la inocencia del mundo, sabiendo que bajo esa carita de ángel, se esconde una preciosa diablesa.
Lo tenías todo estratégicamente preparado, cuando al regresar del trabajo me dijiste que querías darme una sorpresa, que te habías comprado unos zapatos nuevos y que no podía mirar hasta que tu dijeras. Me llamaste, acudí al baño y al verte desnuda solo con tus tacones, la sorpresa fue una de las mejores de mi vida.
¿Querrás ser mi caperucita particular? Sí, por favor, para cuando te pregunte, ¿por qué tienes esa boca tan linda? y tu me contestes: "para besarte mejor"